domingo, 5 de agosto de 2018

Sella 2018

Si hay una cita anual casi obligada para cualquier aficionado de la vía estrecha es el primer sábado de agosto, día del Descenso Internacional del Sella, este año tuvo lugar su LXXXII edición. La competición de piraguas desde Les Arriondes hasta Ribeseya es seguida por un tren especial, pero, además, dada la masiva afluencia de público a la fiesta se programan varios servicios especiales y se refuerzan los regulares, siendo uno de los días con mayor número de circulaciones en la línea. Desgraciadamente esta edición no ha sido una de las mejores en cuanto a lo ferroviario se refiere, ya que finalmente la promesa de que la locomotora de vapor VA8 se hiciera cargo del tren no pudo ser debido a problemas técnicos, y por si fuera poco, la meteorología tampoco acompañó al no despejar la niebla hasta bien entrada la tarde.

El Tren Fluvial está compuesto por dos ramas, una sale de Uviéu y otra de Ribeseya, ambas se juntan en Les Arriondes para el descenso. La primera, la de Uviéu este año estuvo compuesta por la 1659, engalanada con una figura en honor a los tritones, que forma parte del tren desde la anterior edición (y que causa bastante discordia entre los aficionados), y los coches 5457 (superviviente del extinto Costa Verde) y los salones del histórico. Cabe mencionar el mal estado exterior que presentaban todos los coches, estando la pintura del 5457 muy dañada por grafittis y el histórico por las inclemencias meteorológicas, especialmente el ZZ del Vasco Navarro, un coche de 1928, es decir, de hace 90 años, que presentaba numerosos desconchones y óxido en la chapa.


1659 con la rama procedente de la capital asturiana aguardando cruce en la estación de Lieres. El edificio de la estación ha sido repintado recientemente luciendo muy buen aspecto. 72891 Oviedo-Arriondas. Lieres 04-08-18.

La Rama de Ribeseya al igual que el año pasado estaba formada por la 1658, también engalanada para la ocasión y el Estrella del Cantábrico, en lugar de un automotor 2600 como años anteriores. El estado que presentaba este tren era mucho mejor si se compara con la anterior.


1658 con la rama procedente de Ribeseya, a su paso por la estación de Torañu. 72980 Ribadesella-Arriondas. Torañu 04-08-18.

Una vez que ambas llegan casi simultáneamente a la estación de Les Arriondes (9:51 y 9:53) respectivamente, se realizan las maniobras y queda el tren dispuesto para partir tras la salida de Les Piragües, a las 12:15, encabezado por la 1659 a Ribeseya Puerto, saliendo delante la 1658 en tareas de exploración de vía hasta Lloviu. Una vez el tren llega a Puerto la exploradora baja a por el y sube a la estación de Lloviu con una locomotora en cabeza y otra en cola. Allí tras las pertinentes maniobras ambas máquinas quedan en cabeza de la composición para volver a la capital con todo el tren a media tarde, una vez los viajeros hayan terminado la comida en los Praos de Oba.


Composición entera ascendiendo por el ramal a Ribeseya Puerto con una máquina en cabeza y otra en cola, imagen nada habitual. Lloviu 04-08-18.

Mención aparte merecen el resto de trenes de viajeros que circularon, lo primero reseñable fue la falta de apolos, al encontrarse la mayoría parados para someterse a reforma. Por ello los servicios regulares fueron servidos por 2700 en simple en el caso de los regionales entre Uviéu y Santander, y un doble de 2600 para Llanes, que desgraciadamente durante la noche fue víctima de actos vandálicos, algo demasiado recurrente debido a la ausencia de vigilancia, hecho que aprovecho para denunciar y pedir que se les ponga remedio cuanto antes. Finalmente, es necesario resaltar la única novedad vista este año, relacionada con la escasez de material diésel, ya que los trenes especiales fueron servidos por unidades eléctricas, siendo la primera vez que circulan unidades de este tipo más allá de Arriondas sin que sea debido a incidencias.


El doble formado por las unidades 3625-26 y 3633-34 fue el tren encargado de los servicios especiales hasta Ribeseya. 72508 Ribadesella-Oviedo. Les Arriondes 04-08-18.

Y hasta aquí el resumen de esta jornada, quizás no haya sido uno de los mejores sellas de la historia, más bien de los peores si se tiene en cuenta la escasa longitud del tren fluvial, aunque pese a todo siempre merece la pena ir para disfrutar del día y lo que quede del ambiente sellero y mirar hacia el futuro, que ojalá traiga novedades positivas en lo ferroviario.

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